Cada vez tengo menos dudas. La zona cero del meollo valenciano, cuando el tiempo nos da más alegrías que penas, es el puerto y alrededores. Pero en concreto, si algo se celebra en la Marina Real Juan Carlos I, osea, en el pantalán de la America's Cup podemos decir, amigos, que el evento merece ser digno de mención.
Como el que celebró el restaurante Puerto 5. En concreto, un desfile de moda y joyería de esos que para entrar necesitas estar invitadísimo.
El lugar no tuvo pérdida, junto al Veles e Vents (lugar de quedada donde los haya cuando acudimos con amigos a la zona) y con súper vistas a la dársena del puerto.
A la entrada a la terraza del restaurante un joven vestido de negro y ropa ajustada, con un moreno ibicenco que dejaba a la altura del betún mi incipiente dorado playero, localizó mi nombre en una lista. «Pasa». ¡Uf, gracias!
Pronto cogí sitio, cerca de Nela Santana, directora de comunicación de Puerto 5 que me hizo de cicerone. Ella fue la encargada de presentarme a las dos artífices de la pasarela: Esther Suay, gerente y copropietaria de Fruscio (firma de lencería italiana) y Elisa Cuesta, gerente de Luxeli (tienda on line de bisutería en plata).
En el suelo, una alfombra roja por la que se contonearon cuatro modelos que desfilaron en traje de baño, ropa interior y vestidos de fiesta, adornados con la bisutería de Luxeli.
Y entre la gente, mucha blogger de moda valenciana como Elena Palau, Teresa Zafra, Patricia Benavente y Susanna Serres, con sus cámaras reflex colgadas al cuello y disparando sin medida para tomar nota de lo que se lleva.
Pero, si hubo algo que me llamó la atención fueron tres visitas, para mí inesperadas. Dos llegaron juntos. Hablo del ex presidente del Valencia club de fútbol, Pedro Cortés, y del ex jugador del club Amedeo Carboni, ambos con americanas negras y este último con su eterna sonrisa tatuada en la cara. Y el tercero, el cantante de Operación Triunfo Leo Segarra, que lo hizo con una bella acompañante.
Fuente: Las Províncias
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